Principales atractivos

Su gran torre pentagonal, albarrana, de diez metros de altura, con tres pisos interiores, es la parte más impresionante de la fortaleza. El Monte Nogales en que se erige tiene evidencias de haber sido un emplazamiento poblado desde los tiempos más remotos de la humanidad, lo convierte en una estación arqueológica de primer orden.

Historia y descripción

En tiempos romanos pudo ser la antigua mansión de Carcuvium, mencionada en el itinerario de Antonino, convertida en municipio en época del emperador Augusto. Durante toda la Edad Media fue nombrado como Carquer, Caracoi y Karakuy, por árabes y cristianos. Al hallarse en el importante cruce de caminos reales de Toledo a Córdoba y de Extremadura a Levante, herederos de las calzadas romanas, fue lugar de enfrentamientos continuos y batallas entre musulmanes y cristianos.

Una de las encomiendas más antiguas del Campo de Calatrava es la de Caracuel, fundada en 1170 en este castillo. Aunque aún volvió a posesión musulmana, pues no sería definitivamente conquistado hasta 1212 por el rey Alfonso VIII.

Muy interesante de visitar es la torre pentagonal del castillo, que forra a una torre más antigua, almohade, hecha en tapial. Igualmente su recinto cuadrado, con torres, y los restos de un aljibe, nos permite hacernos una idea de cómo se vivió en estar fortalezas durante la Edad Media.

Acceso al castillo

El castillo es de propiedad privada y, dada su situación de ruina, con los peligros que conlleva su visita, su acceso está prohibido si no es con permiso de la propiedad 

Se accede a las ruinas del castillo por un camino que sale por detrás de la Ermita del Santo Cristo de Caracuel de Calatrava. El camino es de escalones de angosta piedra, justo cuando termina, junto a un árbol se gira a la izquierda para subir por lo alto del monte hasta el castillo.

Curiosidades

Hasta nuestros días llega la leyenda de la reina árabe Clara, que vivía en este castillo en la época musulmana. La expresión de crueldad de su rostro dió nombre a la fortaleza, Caracuel. Fue perdido y reconquistado varias veces, hasta quedar en manos cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa.